Suave.
Desear algo es, en definitiva, tendencia a la posesión de ese algo; donde posesión significa, de una u otra manera, que el objeto entre en nuestra órbita y venga como a formar parte de nosotros. Por esta razón, el deseo muere automáticamente.
El amor, en cambio, es un eterno insatisfecho.
A tre metri supra cielo.
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