Y seguramente, dentro de algún tiempo seremos desconocidos que compartieron tiempo juntos; y nos miraremos, con esas miradas incómodas y latentes de la gente que se cruza en la calle, y puede que incluso nos detengamos uno frente al otro con cara de ingenuidad, esquivando el pequeño detalle de habernos reconocido desde el otro extremo de la acera.
Quizás tendremos el valor de darnos esos dos besos reglamentarios acompañados de una conversación para nada cómoda, un simple "¿qué tal te va?", "¿por dónde andas?" o "¿que ha sido de ti durante todo este tiempo?"...
Claro, como si no lo supieses, como si pasase inadvertida para ti durante este largo tiempo, ¿verdad? Para tu sorpresa, querido amigo, yo sí sé qué ha sido de ti, a pesar que tú dieses lo mejor para evitarlo.
Aún así, sólo te puedo llamar amigo, y puede que sea tonta, pero qué más da, lo has sido, y por mi parte lo sigues siendo. Te sigo queriendo igual que siempre y que por tu parte no sea así me va destrozando cada día un poco más.
Tengo algo de prisa...¿Ya hablaremos vale?
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