jueves, 24 de noviembre de 2011

Rayos y retruécanos.


Hoy me he desvelado en mitad de la noche. Terrores nocturnos se apoderaron de mi subconsciente, Morfeo me abandonó, me dio un suave beso, y se esfumó. 
No sabía qué hacer... te buscaba, a mi lado, en mi cama, en una cama helada y vacía de ti. Tenía la esperanza de que la llenases con tus besos, tus caricias y tu sonrisa, pero no estás. Quería que fueses tú quién me ayudase a recuperar un sueño ya desaparecido, pero no estás. Dime, ¿dónde te escondes?, ¿dónde escondes todo lo que tenías guardado para mi?, ¿dónde tiraste todo lo que fue nuestro?... 
Poco a poco, entre recuerdos de ti y lágrimas del pasado, Morfeo se dignó a hacerme compañía, se acomodó a mi lado, me acarició, me otorgó un abrazo lleno de cariño y me dijo: "Ahora duerme pequeña, mañana será otro día". Y sin duda el dios me hizo descansar, me hizo olvidarte durante unas horas, olvidarme de todo lo que tú me habías regalado, de todo ese tiempo de sonrisas y besos... 
Pero ahora la luz del Sol ha vuelto a salir, y sigo sin ti, sólo tengo tu recuerdo, un recuerdo que es inevitable que me haga enmarcar una sonrisa, dónde después, sin quererlo, aparece una expresión desalientadora porque todo ha quedado en el pasado.


Contaminación lumínica.

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