lunes, 28 de noviembre de 2011

HUMÖR.


Y hace tanto frío que me acurruco junto al fuego, mirando el tiempo arder. Con una mirada felina sobre mi regazo, intentando entender el mundo, intentando entender el porqué de las cosas. Y aquí me tienes, una vez más,  con miles de incógnitas y ninguna respuesta, imaginando algo lo suficientemente coherente para responder a mis dudas. Pero creo que ahora mismo me dan igual todas esas posibles respuestas. Ahora sólo soy capaz de sonreír, por lo que tengo, por lo que vendrá. 
Me gusta plantearme la vida así, no buscando respuestas, sino con una sonrisa, con humor, con felicidad, con optimismo, contigo, con ellos, con el mundo. Porque a pesar de su imperfección es bonito disfrutar de los días de sol, de un caldo calentito, de la lluvia sorprendentemente veraniega, el arcoiris, unas gafas de pasta, la buena música, la risa de un bebé, las costumbres... El Sol.




Frío invernal.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Cien idiotas dónde irán.


A ti, que me has encontrado...
Te grito amor, que tú puedas amar con una locura rebelde, con una pasión insana, que estas palabras sean para ti el comienzo de una temeraria felicidad.




Mensaje en una botella.

La muerte de los inocentes.


La vida es una obra de teatro que no permite ensayos…
Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida… antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.






Charles Chaplin.

Luna lunera.


Duérmete esta noche entre sábanas con olor a verano. Haz desaparecer la noche entre risas y susurros que sólo tú y yo somos capaces de comprender. Háblame de las estrellas fugaces y haz de esto algo infinito. Abrázame y no te alejes, quédate una noche más, aquí, conmigo.




Dulces sueños.

Islote do Pesebre.


En el centro de nuestras vidas hubo un verano. Un poeta que no escribió ningún verso, una piscina de cuyo trampolín saltaba un enano con ojos de terciopelo y un hombre al que una noche se lo llevaron a las nubes. Los días cayeron sobre nosotros como árboles cansados.






El Camino de los Ingleses.

La cosa nostra.

Después seguiremos teniendo un otoño lluvioso, amigos del corazón y del tiempo, pero ahora nos toca la recompesa del dulce Sol. Aprovechen sus rayos, y como el cielo, amigos del tiempo, abran su pecho a la luz. Es nuestra vida, es nuestro tiempo.


Llueve. Lueve, y la lluvia nos lleva a lo íntimo, a la mano sobre la mano, al corazón junto al corazón. Los cielos lloran por nosotros, con nosotros, queridos amigos de las ondas y los días.






El Camino de los Ingleses.

I'm looking in your big brown eyes.


Empezaba a llover. La humedad de las gotas translúcidas se mezcló con el polvo de la carretera, envolviéndolo todo con un olor de verano. Esa sensación que tienes, después de muchos días de intensa calor, en el que el Sol no ha dejado de brillar en ningún momento, y por sorpresa, sin hormigas voladoras ni nada que le preceda... la lluvia... Gotas de agua que discurren por nuestros rostros, por tus labios, por mi pelo, por nuestras sonrisas. Lluvia de verano. Me encanta esa mezcla apurada de sensaciones... el calor de la humedad, de ver cómo los transeúntes desesperan en busca de refugio... ¿para qué? Gastáis vuestras fuerzas... Yo me dejo a disposición de esa lluvia, para mojarme, para disfrutar de ese momento.
Ese agua de verano que diluye mis borrascas y te trae fugazmente en un pensamiento a mi, en una imagen, en tus ojos, en esa sonrisa tuya, en nuestro torbellino de cariño.

Tútururú.

Lo es.


Se despertaba cada mañana buscándome, intentando robarme los buenos días de unos labios dormidos. Durante el día, me enviaba mensajes de amor desde sus pestañas que calaban hasta lo más profundo de mi. Y luego, en la noche, éramos simples almas guidas por la pasión. Y no me resisto a esas mañanas, días, noches... Me envuelve en una locura de cariño, me arrebata las sonrisas... Me dejo querer, se deja querer...

I wanna love you, every day and every night...

Descanso.


Una noche más Morfeo se dignará a llegar con su poder mientras sonrío. Pero que no se atreva a quitarme este olor a ti, este tacto en mi piel que siento ardiente todavía. Porque te extraño en mi cama, a mi lado. Tus manos, tu calor, tu esencia... Que las horas se me hacen interminables cuando te tengo lejos.

Nocturnidad.
[25,3]

Para Alfonso Franqueira Matos.


Estabas sumida en la lujuria, en la pasión... Eso es lo que recuerdo de nosotros, las madrugadas eternas vestidas de besos poderosos, que lo significaban todo... Pero ahora me encuentro sólo, hundido en la agonía de ver como te evaporaste de entre mis manos, de como tu piel abandonó la mia sin un adiós; de tu mirada, que tan dulcemente me regalaba amor... Y sigo preguntándome, después de tantos meses, dónde estas... dónde están tus labios que buscaban mi boca ardiente entre sábanas de verano para robarla, para robarme.
Nos perdíamos en unas noches infinitas, dónde el placer se apoderaba de una habitación que nos acogía, para dar rienda suelta al deseo. Pero ya no me queda nada de ti... Me despierto en mitad de la noche y no tengo a quién abrazar, a quién amar.

Ayer.

Discurso - Adormideras 2010-2011


Boas tardes, profesores, alumnos, pais e nais. Agatha Christie dixo que non se pode dar marcha atrás, que a esencia da vida é ir cara adiante. Que a vida, en realidade, é unha rúa de sentido único. Hoxe facemos un stop nesa rúa, para mirar á esquerda e á dereita e poder continuar nese avance cara o noso futuro.
Dende que nacemos os nosos pais guíannos. Ofrécennos a súa man dende o momento en que nos erguemos e a soltan cando temos a idade suficiente para asumir as nosas decisións, facéndonos cargo delas.

Ó superar o instituto tivemos que tomar unha decisión imporante, saber que queriamos a partir de ese momento. Aquí escollemos o noso bacharelato, o primeiro paso cara a nosa vida como adultos independientes. Comezamos unha metamorfose, un cambio. A maioría dos que chegamos a este instituto, vímonos sós, estranxeiros nun edificio que emerxe de entre a arte e o dinamismo; pero iso durou apenas un suspiro. Neste centro pronto aprendemos o que é encamiñarse cara o futuro ó carón dos amigos.

Trátase de dous anos da nosa vida de coñecemento intenso e continuo, 24 meses nunha busca pola madurez, 104 semanas de traballo, 730 días de evolución. Expoñéndonos a novas persoas, situacións materias, profesores e costumes. Estes dous anos son os que nos marcarán de forma máis intensa. Todas as experiencias, dolorosas e pracenteiras, moldénanos, crean a nosa personalidade, a nosa forma de mirar o mundo, de intentar entendelo e enfrontarnos ó caminño da vida que dende logo non é doado, pero aínda así, tampouco é a senda da amargura.

A etapa do bacharelato, en especial para as nosas promocións, ó educarnos nun ambiente tan cheo de cor e orixinalidade, é a que deixa a pegada máis intensa.
Un período de caos persoal, pasande de ser nenos, a adultos.
Aí fóra temos o noso futuro, o camiño cara os nosos soños e temos que ter o suficiente valor e entusiasmo para devoralo dun só bocado, aínda que nos arrisquemos a ser o cazador cazado. Non é sinxelo todo ó que nos temos que enfrontar, pero debemos vencer os noso temores con determinación e ánimo para atravesar as portas de aí diante; demostrándolle ó mundo do que somos capaces; amosándolles todo o que aprendemos durante todos estes anos de esforzo, entre risas e bágoas. Que todo o que temos andado ata aquí non é en balde, que todas as experiencias que vivimos onte inflúen nas que viviremos mañá.

Os estudantes de artes que esta tarde nos atopamos aquí, chegamos a este sitio quizais de rebote, ou ben porque, xa dende cativos, tiñamos moi claro que aquí estaba o noso futuro, que estabamos destinados a afundir as nosas ansias de aprender nel. Guiados por un pincel e un espírito creador chegamos a unha península lonxe de todo, preto da inmensidade do océano.
Permitindo que a multi-culturalidade aquí fervente, non fose un impedimento para entaboar fortes e grandes amizades, eliminando todo tipo de prexuízos.

Aprendendo cada día cousas novas. Xa sexa o sistema cónico, o claro-oscuro con carboncillo ou que mencionar "cor carne" en clase de Indalecio, é un verdadeiro suicidio. Todos os días nesete instituto foron unha auténtica aventura... Arriscando as nosas vidas en interminables viaxes en bus, cargados ata as orellas de cousas mentres o resto de viaxeiros escrutábannos coa mirada; enfrontándonos a vendavais onde a túa única salvación era unha triste farola, ou evitar, en cada recreo, a traxectoria aérea das gaivotas que nos observaban hora tras hora. 
Que profesores como Varasa nos saquen o sorriso durante o franquismo cun "HORROR" ou que Jaime faga algunha que outra broma coas imaxes dos "puttis" do Renacemento Italiano. Deixarnos asombrar pola capaciade de algúns para o realismo, a fotografía ou a abstracción; mirando atentamente todos os estilos que soben e baixan en cada intercambio de clase as escaleiras e contando todos os días que faltaban para as ansiadas vacacións.
Hoxe é un gran día para facer lembranza de todo o vivido aquí e deixalo gravado na nosa memoria. Que non se nos esquezan os mellores anos da nosa vida, que aínda que queden algúns mellores, estes son dignos de enmarcar na nosa mente.

Compañeiros, chegou a hora da verdade, e debemos enfrontala cun sorriso, como grandes bohemios que somos, facendo ambiciosos plans de futuro. Non deixaremos que ninguén se permita o luxo de tronzar os nosos soños e loitade ata o final.
Lembrade tamén estes versos de Gregorio Marañón:
"Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
y nos dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir."
Boa sorte artistas.

Galiana.


De la ciudad emerge la luz que baña todo de una claridad abrumadora. Los edificios insisten en que el astro nocturno sea el único que vigile la ciudad, pero la natura se niega. Se resiste a algo que es inminente. El cielo se tiñe de colores fríos y cálidos. 
Desde lo más alto hasta dar alcance al horizonte, que bordea suavemente las montañas. La noche cae. Aparece cegadora de luz de Luna llena, su color grisáceo, bañando de frescor primaveral a los viandantes de una ciudad monumental. Y nos encontró en un suspiro, en un beso, en una caricia, en nuestras pupilas que escapan del mundo.

Toledo.

La Fundación.


(La atrae hacia sí.)
B- ¿Qué quieres?
T- (Levanta las ropas de la cama.) Ven a mi lado.
B- (Se echa hacia atrás.) ¿Y ellos?
T- ¿Qué importa? Vamos a devorarnos. A morir. Sórbeme, mátame.
B- (Risita.) ¿Sólo me quieres para eso?
T- ¡Qué más da! Tú ya no eres Berta.
(Se miran. Ella se abalanza de pronto y le muerde los labios. Sin separar sus bocas, las manos de él se vuelven audaces. Se vencen los dos sobre el lecho; él separa más las ropas para que entre ella. El beso continúa; él gime sordamente[…].)



Condensación.


Me doy la vuelta y ahí estás tú. Te encuentro bañada de mi, entre sábanas grabadas durante la nocturnidad estrellada con nuestros nombres, con nuestras caricias. Te veo así, tan quieta, tan tranquila, tan paciente, tan irónica. 
Cuando hace apenas unas horas no eras más que un mar de pasiones exuberantes nacidas de entre el calor corpóreo del que nos envolvimos en el clímax de la madrugada y el sabor salado que dejaste que cubriese hasta el más recóndito milímetro de tu piel, permitiéndome hundir mi lengua en ese dulce sabor a ti, en esos resquicios de placer y lujuria.

Empañemos la noche.

Sayuknow.


Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de versos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno)
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."
-Luis Alberto de Cuenca.



Espíritu.

La primavera llega desinteresadamente, embriagando de olor de lilas el aire, obligando a la gente a ponerse esas gafas de Sol que durante meses han albergado polvo dentro del cajón de una coqueta. El positivismo se intuye, se siente al andar por calles llenas de personas que sintetizan una sonrisa y que predicen el verano en una ropa colorista. 
Y mientras yo me tumbo al Sol, sobre la hierba refrescante, con un libro entre las manos y una música que no sale en la radio, pensando en alguna cosa que escribir, pero me resulta imposible con tanta claridad y esta brisa que me dice que me relaje y descanse.






Libertad.

Maullándole a la Luna.


Me ronroneas todas esas cosas que tanto me gustan mientras estamos envueltos por la penumbra, en unas sábanas de algodón, en un foco de calor corpórea. Y qué decir salvo que haces que me erice en todo mi ser y que mis manos, mi lengua, no hagan otra cosa más que buscarte salvajemente entre ilusiones, miradas y sonrisas. 
Y aquí estamos, una vez más, dos pares de miradas felinas enfrentadas, retándose entre ellas, retando a la pasión, a la lujuria, al placer. Y lo que nos quedará serán restos de nuestro espíritu escapista del Sol que se reúnen en un callejón sin salida, en una espiral, en un punto sin retorno. 
Tú y yo bajo el reflejo de la Luna perfectamente redonda sobre un mantel de colores estrellado, nos quedamos así, observándonos, maullándonos, abrazándonos.



La noche lo era todo.

Esencia.


Mi habitación bañada de ti. Impregnada de ese olor, esa parte de ti que tanto me gusta, que me paraliza y me detiene instantáneamente en el espacio. Y no quiero que se evapore, no quiero que se marche. Ven y quédate, regalarme un poco más de ese perfume que me llena y me hace sonreír de una manera extraña, tonta, estúpida. Que tanto me relaja, que me hace evadirme de todo lo demás. Ven y desencajarme con una sola sonrisa, con una sola mirada. Ven y trae toda esa esencia tuya. Ven.

Tú.

200 veces más.

Una tras otra, otra tras una. Que has estado ahí siempre y siempre lo estarás, no sé ni porque me molesto en repetirte lo mismo una y otra vez. Que el mecanismo que tenemos supera todo tipo de barreras. Sólo sé de una persona que se meta en mi cabeza de esa manera sobrenatural y entienda todo lo que me pasa... Tú.


Ahora lo entiendo to'.

Morir en el intento.

-Si el mundo es tan peligroso como dicen, ¿para qué correr el riesgo?
-Bueno, no correr el riesgo es más arriesgado.
-Haha. Es un juego de palabras.
-No, no, en serio. Creo que si quitas el riesgo que existe en una relación, más vale que ni te molestes en empezarla.



True Blood.

Todo era así.


Tú te alejas y yo sigo aquí, esperando a que regreses. Quizás no sea lo mejor, quizás también yo deba alejarme. Distancia de seguridad. Me da un poco igual, un rasguño más, un rasguño menos. Voy a quedarme exactamente dónde estoy y espero que vengas aquí, a abrazarme, a decirme esas cosas tan bonitas que me dijiste un día. Porque te alejas y te llevas un pedazo de mí y no consigo despegarme este olor a ti, esto tan tuyo que llevo incrustado ahora en mi interior.

Lejanía.

Transmutaciones.


¡Esta vida es una cosa absurda! ¿Cuál es la causa final de la vida? No lo sabemos: unos hombres vienen después de otros hombres sobre un pedazo de materia que se llama mundo. Luego el mundo se hace inhabitable y los hombres perecen; más tarde los átomos se combinan de otra manera y dan nacimiento a un mundo flamante. Y, ¿así hasta lo infinito? Parece ser que no; un físico alemán (porque los alemanes son los que saben estas cosas) opina que la materia perderá al fin su energía potencial y quedará inservible para nuevas transmutaciones. ¡Digno remate! ¡Espectáculo sorprendente! La materia gastada de tanta muchedumbre de mundos, permanecerá (¿dónde?) eternamente como un inmenso montón de escombros... Y esta hipótesis (digna de ser axioma) que se llama la entropía del universo, al fin es un consuelo; es la promesa, un poco larga ¡ay!, del reposo de todo, de la muerte de todo.
En días como este, yo siento ansia de esta inercia. Mi pensamiento parece abismado en alguna cueva tenebrosa. Me levanto, doy un par de vueltas por la habitación, como un autómata; me siento luego; cojo un libro; leo cuatro líneas; lo dejo; tomo la pluma; pienso estúpidamente ante las cuartillas; escribo seis u ocho frases; me canso; dejo la pluma; torno a mis reflexiones... Siento pesadez en el cráneo; las asociaciones de las ideas son lentas, torpes, opacas; apenas puedo coordinar una frase pintoresca... Y hay momentos en que quiero rebelarme, en que quiero salir de este estupor, en que cojo la pluma e intento hacer una página enérgica, algo fuerte, algo que viva... ¡Y no puedo, no puedo! Dejo la pluma; no tengo fuerzas. ¡Y me dan ganas de llorar, de no ser nada, de disgregarme en la materia, de ser el agua que corre, el viento que pasa, el humo que se pierde en el azul!."
"La voluntad" - Azorín

San Francisco.


Salí del coche y miré al cielo. Un cielo nocturno, lleno de miles de estrellas, y allí, cerca del horizonte, un satélite teñido de un color crema espectacular, acunado por unas nubes que se envuelven de un aura de luz reflejada por el Sol. El frío de la madrugada se intenta hacer sitio entre mi ropa, provocando escalofríos. 
Una sensación agradable, por extraño que parezca. Lo que tú provocabas en mí era algo muy parecido. Unas sensaciones extremadamente raras, inexplicables, pero tan increíblemente placenteras. Y me quedo con todo eso, con esas sensaciones, con esa parte de ti, con aquel nosotros.

La Luna.

La oscuridad de tus ojos.

Te veo tan desesperada, tan fuera de ti, que se me viene el mundo encima. Me duele tanto esa frustración en tus ojos marrones. Vienes a mí, pidiendo ayuda, pidiendo que te aporte una solución. Pero, amor, ¿cómo te voy a dar yo una solución? 
Hasta este mismo instante has sido tú la que me ha solucionado a mi. Me lo has dado todo, y ahora mi alma queda descolorida porque siento que no puedo darte todo eso que tú me das y ahora reclamas. 
Me dices que soy tu guía, tu faro, pero te equivocas, yo soy el barco que va a la deriva, todo me lo has enseñado tú. Perdona si no sé corresponderte. Sólo sé que lo que puedo hacer con toda seguridad es abrazarte, mimarte, besarte, consolarte, pero no sé aportar soluciones a problemas... 
No tengo esa capacidad tan tuya de dar en el punto correcto... Espero poder darte las soluciones que tú me das cuando mi vida es una incógnita inmensa, y sin haber estudiado matemáticas, llegues y despejes la X de mi vida sin la necesidad de usar una calduladora casio... Gracias.


http://missinconspicuousplace.blogspot.com/

Gilipollas.


Diane tenía razón, el mundo está cambiando. La música está cambiando, las drogas están cambiando, incluso los hombres y las mujeres están cambiando. Dentro de mil años ya no habrá tíos ni tías, sólo gilipollas. A mi me parece de puta madre.
[…]
Si quieres mi opinión somos heterosexuales por defecto, no por voluntad propia. Depende de lo que te guste, es todo una cuestión estética, sin una puta mierda que ver con la moral.

Trainspotting.

Estudios sobre el amor.


Veo claramente cuál sería el remedio a todos mis males, y me sentiría al punto libre de ellos si os dejase de amar. Pero, ¡qué remedio!, no; prefiero sufrir a olvidaros. 
¡Ay!¿Por ventura depende esto de mi?. No puedo reprocharme haber deseado un sólo instante no amaros, y al cabo sois más digno de compasión que yo, y más vale sufrir todo lo que yo sufro que gozar de los lánguidos placeres que os proporcionan vuestras amadas.
Ortega y Gasset.

Rayos y retruécanos.


Hoy me he desvelado en mitad de la noche. Terrores nocturnos se apoderaron de mi subconsciente, Morfeo me abandonó, me dio un suave beso, y se esfumó. 
No sabía qué hacer... te buscaba, a mi lado, en mi cama, en una cama helada y vacía de ti. Tenía la esperanza de que la llenases con tus besos, tus caricias y tu sonrisa, pero no estás. Quería que fueses tú quién me ayudase a recuperar un sueño ya desaparecido, pero no estás. Dime, ¿dónde te escondes?, ¿dónde escondes todo lo que tenías guardado para mi?, ¿dónde tiraste todo lo que fue nuestro?... 
Poco a poco, entre recuerdos de ti y lágrimas del pasado, Morfeo se dignó a hacerme compañía, se acomodó a mi lado, me acarició, me otorgó un abrazo lleno de cariño y me dijo: "Ahora duerme pequeña, mañana será otro día". Y sin duda el dios me hizo descansar, me hizo olvidarte durante unas horas, olvidarme de todo lo que tú me habías regalado, de todo ese tiempo de sonrisas y besos... 
Pero ahora la luz del Sol ha vuelto a salir, y sigo sin ti, sólo tengo tu recuerdo, un recuerdo que es inevitable que me haga enmarcar una sonrisa, dónde después, sin quererlo, aparece una expresión desalientadora porque todo ha quedado en el pasado.


Contaminación lumínica.

La luz de un nuevo amanecer.


Observé una vez más tu sonrisa, esa sonrisa tuya, tan llena de fuerza, tan llena de ti. Una sonrisa que me llena, que me hace olvidarme de todo lo demás.

Joder, que guarrada sin ti.

Suspírame.


Y la idea de estar en esa casa, con los padres de ambos en las habitaciones contiguas, los excita tanto que en un abrir y cerrar de ojos están desnudos bajo las sábanas y se pierden entre abrazos confusos, suspiros rebeldes y caricias prohibidas. Una sonrisa, una boca abierta, ese dulce placer, ese deseo perfecto y esas dos lenguas que hablan de amor en la penumbra.
Scusa ma ti chiamo amore.

mmm...

Te cuelas entre mis sábanas, con los pies y las manos heladas, provocando escalofríos en todo mi cuerpo. 
Me abrazas, me susurras, haces que sea imposible que no pueda devolverte todo el cariño que me regalas. 
Y me encanta cuando pones esos ojitos, llenos de luz, y sin yo decir una sola palabra, me otorgas uno de esos besos que tanto me gustan.


Ser tan felices, que da miedo decirlo en voz alta.


Abrázame.

Inteligencia.

La posibilidad de que una unión dure depende de la capacidad de aguante y de la tolerancia de las dos personas. Es sólo cuestión de inteligencia. Es obvio que al principio lo que cuenta es el amor, pero hay que alimentarlo con la confianza y la paciencia.


Make your own kind of music.

Suave.

Desear algo es, en definitiva, tendencia a la posesión de ese algo; donde posesión significa, de una u otra manera, que el objeto entre en nuestra órbita y venga como a formar parte de nosotros. Por esta razón, el deseo muere automáticamente.


El amor, en cambio, es un eterno insatisfecho.


A tre metri supra cielo.

Ilusión.


De la ilusión se vive.

Creas en tu imaginación mil y una esperanza con la ilusión de que se haga realidad. Pero después de esto sólo hay dos cosas.

La primera, la felicidad. Cuando te das cuenta de que de toda esa ilusión alguien o algo ha sido capaz de hacer una realidad y con ello, obtener la felicidad, una sonrisa iluminada en tu cara.

La segunda, la desilusión. Cuando todo lo que habías creado en tu mente se derrumba porque los hechos que tú deseabas, anhelabas, no se han cumplido. Has alcanzado la tristeza y te das cuenta de que eres una ilusa. Vives de ilusiones que sabes perfectamente que no llegarán a buen puerto y darán lugar a esa tristeza.
Ilusa.

Hola, ¿qué tal te va?


Y seguramente, dentro de algún tiempo seremos desconocidos que compartieron tiempo juntos; y nos miraremos, con esas miradas incómodas y latentes de la gente que se cruza en la calle, y puede que incluso nos detengamos uno frente al otro con cara de ingenuidad, esquivando el pequeño detalle de habernos reconocido desde el otro extremo de la acera. 

Quizás tendremos el valor de darnos esos dos besos reglamentarios acompañados de una conversación para nada cómoda, un simple "¿qué tal te va?", "¿por dónde andas?" o "¿que ha sido de ti durante todo este tiempo?"...

Claro, como si no lo supieses, como si pasase inadvertida para ti durante este largo tiempo, ¿verdad? Para tu sorpresa, querido amigo, yo sí sé qué ha sido de ti, a pesar que tú dieses lo mejor para evitarlo.

Aún así, sólo te puedo llamar amigo, y puede que sea tonta, pero qué más da, lo has sido, y por mi parte lo sigues siendo. Te sigo queriendo igual que siempre y que por tu parte no sea así me va destrozando cada día un poco más.
Tengo algo de prisa...¿Ya hablaremos vale?

Amplitud.

Después de hacer el amor, todos nos dulcificamos. Nuestros rasgos se suavizan, los ojos de humedecen ligeramente, los labios se vuelven un poco más carnosos y se llega a a sonrisa con mayor facilidad, pero más lentamente.


Ho voglia di te.

Definición.

El amor, en cambio, es cuando no respiras, cuando es absurdo, cuando echas de menos, cuando es bonito aunque esté desafinado, cuando es locura... Cuando sólo de pensar en verla con otra cruzarías a nado el océano.


Tre metri sopra il cielo.

Con los pies fríos no se piensa bien.



La situación la arroja a una espiral imposible, llena sólo con palabras... No se puede fiar ni de sus propios ojos. Está rodeada de tantas sensaciones. Unas le nublan la razón, otras, la conciencia.
Sabe a ciencia cierta que ahora son sus sentidos los que la hacen saltar al vacío y, entre murmullos, escucha a su corazón... El único que debería opinar en estos instantes, el único que debe decidir.
Sus oídos, su olfato, su tacto... y los más traidores de todos, sus ojos. Quieren hacer que se arriesgue, que atraviese la línea que separa lo correcto de lo incorrecto.
Lo que quiere de verdad y lo que es un simple tren que se le da por parar en la estación equivocada, en la hora equivocada y en el lugar equivocado. Sabe que no debe, puede que tome la decisión de subir, tan solo hasta la próxima estación... pero si sube a ese vagón puede que el tren no se detenga hasta que sea tarde y no haya uno de vuelta.
Desea con todo su corazón quedarse dónde debe, en el sitio que le corresponde desde hace ya tiempo, del cual no debe huir porque sabe que tiene todo lo que quiere y todo lo que le es necesario. 
Se arriesgará, se pondrá al límite, se enfrentará a una pesadilla ya superada.
Pero en cuanto vea que va a más espero que sepa detenerse, que sepa derrotar a esos fantasmas que la acorralan y que la hacen sentirse confusa.
Cuidado pequeña, con los pies fríos no se piensa bien.
2009